Entras a un supermercado, vas al pasillo de los refrescos, ¿qué bebida refrescante eliges? En tu elección juega un papel muy importante el branding de producto, es decir, todo lo relacionado con la identidad del producto y la imagen mental que has formado de cada una de las opciones.
En ese pasillo es probable que uno de los refrescos que más llamen tu atención sean los de Coca-Cola. Incluso si no los compras, esta marca ha logrado diferenciar sus productos y posicionarse como «la mejor», «la más conocida» o «la que más gusta» en la mente de los consumidores.
Esto lo ha conseguido gracias a una increíble, eficiente y constante estrategia de branding de producto. Porque un producto es más que un producto. Lo vemos en este artículo.
«Un producto puede quedar obsoleto rápidamente, pero una marca de éxito es atemporal».
Stephen King

¿Qué es el branding de producto?
El sabor de la Coca-Cola no es el único factor que determina el éxito. Quienes compran este refresco lo hacen por muchas otras razones, aunque digan preferir su sabor al de competidores como Pepsi.
La realidad es que el branding de producto influye mucho en la elección del consumidor y también en la percepción que tiene de ese producto.
El product branding por lo tanto es el encargado de crear una identidad de marca reconocible y diferenciadora para un artículo concreto. Podríamos decir que crea, dentro del paraguas que es una marca global, la marca de un producto.
Veámoslo con el ejemplo de Coca- Cola.
Coca-Cola como marca global
Coca-Cola es el nombre de una marca global que engloba a otras muchas marcas de producto. Entre esos productos están el refresco Coca-Cola, pero también otros como PowerAde o Minute Maid.
El branding general de Coca-Cola, es decir, el que define la estrategia de la marca «madre» es estático. Algunos elementos de ese branding (como son los valores) se transmiten al resto de submarcas.
En ocasiones esa transmisión del branding global es clara y evidente y en otras es apenas imperceptible. Este es el caso de Coca-Cola con algunos de sus productos, que mucha gente ni siquiera sabe que pertenecen a este gigante corporativo.
Coca-Cola como marca de producto
De Coca-Cola han nacido diversas marcas de producto. Una de ellas es la del refresco Coca-Cola, en la que más evidente es la relación entre branding global y branding de producto. Lo es porque es su primer producto y el más famoso e identitario.
No obstante, hay otros productos de Coca-Cola con un branding específico y en el que resulta complicado ver la relación con el branding general. Este es el caso de los zumos Minute Maid o del agua Kristal.
En conclusión, Coca-Cola es la fabricante de muchas submarcas. Para todas ellas se ha definido una estrategia de branding de producto que las identifica y diferencia de sus competidores.
El caso de Coca-Cola es curioso porque apenas se puede percibir el branding de la marca global en las marcas de cada producto. No obstante, existen otros ejemplos, como el de Apple, en los que sí puede percibirse. Apple es la marca «madre» de marcas de productos (iPhone, Mac, iPad…) que mantienen ciertos elementos del branding global pero al mismo tiempo han definido los suyos propios.
Por qué Coca-Cola invierte en el branding de producto (y por qué tu marca también debería)
¿Por qué Coca-Cola querría hacerlo así en lugar de aprovechar la fama de uno de sus productos para vender el resto? Porque no siempre conviene «contaminar» la imagen de un producto con otro.
Por ejemplo, Aquarius es una de las submarcas de Coca-Cola. Su branding de producto ha posicionado esta bebida como saludable hasta el punto de que ha llegado a recomendarse como «cura» de la gastroenteritis. Si la audiencia reconociese directamente que Coca-Cola está detrás, ese posicionamiento sería diferente al ser la Coca-Cola un refresco con una imagen no tan «saludable».
Además, no invertir en el branding de producto implica tener muchos productos pero poco diferenciados y posicionados. Nadie entendería qué es Coca-Cola, porque sería un refresco con burbujas, pero también unos zumos de frutas y también un agua. Sería todo pero no sería nada.

Beneficios del branding de producto
Entre las ventajas de invertir en branding del producto está la diferenciación de los productos de una misma marca «madre», con todas las posibilidad de reconocimiento y competitividad que esto otorga.
Estos son otros de los beneficios del branding de producto:
- Los productos logran diferenciarse de la competencia incluso dentro de la propia marca global. Por ejemplo, un Aquarius se diferencia de una Coca-Cola; el consumidor no confunde una bebida con la otra.
- Las marcas de producto se dirigen a diferentes audiencias, por lo que la marca general adopta una mayor cuota de mercado. La Coca-Cola (refresco) tiene un público diferente al de Nestea o Minute Maid, lo que permite a Coca-Cola (marca «madre») ser elegida en varios submercados, que a su vez forman la totalidad del mercado.
- Un buen branding de producto genera una idea en la mente del consumidor y le predispone para la compra. Por ejemplo, elementos como el packaging, el slogan o los colores de Nordic Mist (también de Coca-Cola) constituyen una propuesta de valor (bebida elegante y refrescante) que atrae a su público objetivo.
Otros ejemplos de branding de producto
Coca-Cola ha sido nuestro ejemplo de branding de producto por excelencia. Hemos analizado cómo se estructuran su marca y sus submarcas y, en consecuencia, su branding de marca y sus brandings de producto.
No obstante, este es solo uno de los muchos ejemplos que existen. A continuación vamos a ver otros igual de exitosos, interesantes e inspiradores.
Como es lógico, son ejemplos de marcas de gran importancia y relevancia internacional. La posibilidad de tener una amplia gama de productos que se conviertan en marcas está al alcance de muy pocas empresas, aunque su ejemplo puede guiar la estrategia de otras marcas que quieren diferenciar sus productos.
Apple
Igual que el de Coca-Cola, el de Apple es un caso de éxito con una compleja estructuración de marcas y brandings de producto.
Dentro de la marca Apple existen muchas submarcas, como iPhone, iPad o Mac. Pero es que dentro de esas submarcas también hay productos muy bien diferenciados y con una identidad muy concreta. De este modo logran dirigirse a diferentes segmentos de un mismo mercado, ya que quien quiere un MacBook Air lo quiere por unas razones muy diferentes a quien prefiere un MacBook Pro o un iMac.
- MacBook Pro: se dirige a profesionales de algún sector (de ahí el prefijo Pro).
- MacBook Air: se dirige a un público más general pero que prioriza la ligereza del ordenador (por lo tanto, son personas que van de un lado a otro).
- iMac: no tiene la palabra «book» así que se entiende que no es portátil, por lo que su público es el que necesita un ordenador de sobremesa.
A pesar de ser productos diferenciados, contienen la palabra «mac» para ser reconocibles como un ordenador de Apple (no un PC) y transmitir los valores asociados a la marca.
Amazon
Muchas personas conocen Amazon como la gran plataforma de ecommerce. Además de eso, bajo el paraguas de Amazon se encuentran otros muchos servicios, cada cual con un branding que lo define.
¿Cuáles son esas otras patas de la mesa? Amazon Web Services, Amazon Kindle, Amazon Prime Video… Todas ellas se dirigen a una audiencia concreta y cumplen un propósito diferente, pero manteniendo alguno de los core values de la marca y que hacen que, al llevar el nombre «Amazon», la audiencia los catalogue (incluso sin conocerlos o utilizarlos) como de calidad, profesionales o importantes.
Cómo crear un branding de producto exitoso
Cuando un producto se lanza al mercado el objetivo es claro: hacer que sea el preferido por los consumidores y diferenciarlo de sus competidores.
La diferenciación en ocasiones se hace a través del precio, posicionándolo como accesible o como un lujo de gran calidad según si el precio es menor o mayor respecto a la media de su categoría.
En otras muchas ocasiones la diferenciación no se basa en el precio. Es aquí cuando el branding de producto juega un papel de gran importancia. El cliente ya no elegirá el producto según su bolsillo o la calidad que espera, sino según su preferencia personal, basada a su vez en factores como el packaging, el sabor, el naming, los colores… En definitiva, según el branding del producto y lo que este logre transmitir sobre el artículo en cuestión.
Para lograr que así sea es imprescindible diseñar un buen product branding que incluya los elementos esenciales.

1. El mensaje
Lo que se dice es siempre lo más importante, también en el branding de producto.
El mensaje debe reflejar los valores del producto y destacar cómo estos (o sus atributos) lo diferencian. No para incluir toda la información el mensaje debe ser largo, sino que hay que buscar la concisión y la claridad. Cuanto más directo sea, mejor se entenderá y se retendrá en las mentes de los consumidores.
La manera de comunicar ese mensaje (es decir, el tono del mensaje) debe ser coherente en todas sus formas. Aunque pueda adaptarse según el medio (no son lo mismo las redes sociales que un anuncio de TV), cualquier branding (de marca o de producto) debe favorecer la consistencia de la comunicación. De este modo, el consumidor logrará identificar el mensaje del producto siempre.
2. Identidad del producto
Bajo la identidad están elementos como el nombre del producto, su slogan o sus colores, es decir, aquellos que hacen reconocible al producto. Es importante que el conjunto de la identidad impacte y resulte llamativo.
La identidad por lo tanto se divide en dos:
- Identidad verbal: todo lo que tiene que ver con el nombre, el slogan y el resto de textos identificativos del producto.
- Identidad visual: el conjunto de elementos puramente visuales como colores, tipografía, diseño de packaging…
Por ejemplo, la Coca-Cola se identifica por su nombre, por su logo, su color rojo y también por su famoso slogan de «destapa la felicidad». Si nos ponemos a analizarlo, veremos que cada uno de estos elementos transmite la misma idea y sigue la misma línea identitaria: un producto único con un sabor y un mensaje totalmente reconocibles.
3. Posicionamiento y personalidad de marca
El producto tendrá éxito cuando el público tenga una idea clara y única sobre él.
El objetivo no es simplemente no ser como el resto, sino construir alrededor del producto una personalidad que lo identifique y que lo posicione. Esta personalidad debe estar en consonancia con el resto de la marca.
Por ejemplo, todos los productos de la marca Coca-Cola se posicionan como de calidad y con un gran sabor, aunque luego cada uno tiene unos atributos que le otorgan una personalidad única (por ejemplo, Minute Maid es natural, Aquarius es olímpico, Nordic es elegante…).
4. Fidelidad hacia el producto
La fidelidad es un factor clave. Tan clave que, en el caso de la Coca-Cola, es sobre lo que se sustenta gran parte de su éxito.
La Coca-Cola se elige por encima del resto de refrescos porque la gente confía en ella, en su sabor y en esa promesa de felicidad. Por lo tanto, un buen branding de producto debe poner en el centro al consumidor y buscar una conexión que vaya mucho más allá de la venta.
Diferenciación, credibilidad, relevancia y didáctica: los cuatro pilares de un product branding de éxito
Un branding de producto es el que logra que este sea diferente, creíble, relevante y didáctico:
- Diferenciador: toda la identidad del producto debe distinguirlo del resto. Vuelve a imaginar que estás en un supermercado y miras el lineal de las galletas. Tus ojos y tu atención se pararán en aquellas cajas que se muestren diferentes y te transmitan esa diferencia de manera positiva.
- Relevante: a la hora de elegir el nombre, el claim o el diseño visual de un producto hay que buscar la diferencia, como hemos dicho, pero también la relevancia. Para ello no es conveniente alejarse demasiado de lo tradicional en esa categoría. Por ejemplo, las marcas de café siempre apuestan por diseños elegantes y oscuros porque son los que asociamos a la calidad, la fuerza, el sabor o el olor del café. Alejarse extremadamente de esas directrices para ser diferente puede hacer el producto poco relevante (un paquete de café naranja, aún siendo tan diferente, pasaría desapercibido pues la gente no sabría qué esperar de él y le parecería incluso que es un bote de zumo).
- Creíble: el mejor branding para un producto es el que lo hace necesario y útil. Porque un producto es más que un producto, es aquello que cubre una necesidad, y así debe presentarse. De igual modo, hay que dejar atrás discursos que hacen promesas mágicas, pues lo que no se cumpla dejará de ser creíble y afectará negativamente a la identidad (y las ventas) del producto. En este sentido, es de vital importancia tener cuidado con las palabras o ideas que intentan asociarse a un producto. Por ejemplo, la Coca-Cola Zero se vende mucho mejor que la Coca-Cola Light aunque en esencia son lo mismo. ¿La razón? La palabra «light» resulta poco creíble y «choca» con la Coca-Cola porque todo el mundo sabe que no es lo más saludable. «Zero» en cambio dice lo mismo pero con una palabra más adecuada.
- Didáctico: el branding del producto debe «enseñar» al consumidor por qué es la mejor elección. ¿Qué beneficios aporta? Pueden ser emocionales (el «destapa la felicidad» de Coca-Cola) o funcionales (mejorar la salud, la rapidez de entrega, etc.).
No hay producto exitoso sin un branding que construya su identidad y la posicione como única. ¿Necesitas ayuda para crear un branding de producto único? ¡Déjanos un comentario!