Piensa en tu marca favorita, aquella cuyo logo reconoces de un solo vistazo en cualquier parte, aquella cuyos posts en Instagram sabes que son suyos simplemente por cómo están escritos, aquella cuyos escaparates siempre se parecen, aunque estés en la otra punta del mundo… Sí, esa marca, ¿la tienes en mente? De acuerdo, ahora imagina qué pasaría si un día despertases y ese logo, esos posts de Instagram, esos escaparates fuesen diferentes y no representasen lo que identificas con la marca. La sorpresa sería máxima, pero sobre todo sería un gran error en la consistencia de la marca.
Con este ejemplo ya habrás podido hacerte una idea sobre qué es la consistencia de la marca. Cuando todos los elementos que identifican y conforman una marca son coherentes entre sí, la marca es consistente. Cuando no lo son y, por lo tanto, no hay consistencia, la marca no resulta reconocible ni en el mercado ni en la mente de los consumidores.
“La coherencia es el ADN de la marca”.
— Joachimsthaler & Aaker
Puede parecer fácil lograr esa unidad y coherencia, pero no siempre lo es. De hecho, muchas marcas no logran el éxito porque carecen de consistencia. Para que esto no ocurra y la marca sea sólida, es fundamental definir muy bien su identidad y que, todas las personas y equipos involucrados en ella, la respeten y la comuniquen.
Como sabemos que tendrás dudas, sigue leyendo porque en este artículo vamos a estudiar todo lo referente a la consistencia de marca.

De qué hablamos cuando hablamos de consistencia de marca
La consistencia de marca es un pilar crucial para el reconocimiento de esta. Cuando una marca comunica siempre el mismo mensaje a través de los elementos de su branding, posiciona, se reconoce y se recuerda mejor. Sin embargo, cuando no ocurre, la marca pasa desapercibida y, en consecuencia, pierde oportunidades de negocio.
En definitiva, decimos que una marca es consistente cuando su imagen se difunde con congruencia. Esto implica crear una identidad de marca sólida y comunicarla con la misma solidez. En el momento en el que un elemento pierde unicidad respecto al resto, la marca corre el riesgo de no resultar reconocible.
Veámoslo con un ejemplo, el de una marca ficticia que, en cada ocasión, comunica sus mensajes de un modo diferente. Un día se posiciona como una marca seria, pero al día siguiente como una marca divertida. No quiere decir que un posicionamiento sea mejor que otro, pero no adoptar una consistencia, confundiría sobre el tipo de público al que busca impactar o el tipo de negocio que es.
El mismo resultado tendría lugar si lo que variase, en lugar del tono comunicativo, fuese otro elemento del branding como los colores de la marca o la experiencia de compra.
¿Con esto queremos decir que una marca nunca puede cambiar? Nada más lejos de la realidad. Una marca puede y debe cambiar (muchas veces, la propia evolución del mercado lo requiere), pero estas modificaciones siempre deben tener un porqué y darse de manera controlada (por ejemplo, con un rebranding completo).
¿Por qué es importante la consistencia de la marca?
Un branding consistente genera una marca sólida e inolvidable. Esto se traduce en resultados aún más concretos y que vamos a analizar a continuación:
- Diferenciación de marca: cuando una marca se construye y se comunica con consistencia, cada uno de los elementos que la conforman se reconocen como suyos. Esto es lo que ocurre con empresas como Apple, desde su logo hasta el diseño de su producto la identifican. Nadie tiene dudas de que un teléfono es un iPhone cuando ve la disposición de la cámara del dispositivo, por ejemplo. Lo mismo ocurre cuando ves un anuncio que acaba con “destapa la felicidad”. Aun oyendo solo esa última parte, reconoceríamos a Coca-Cola.
- Autoridad: cuando una marca es coherente, se posiciona en el mercado como de calidad. Piensa en todas esas empresas que consideras referentes de un sector, seguro que todas han cuidado su identidad hasta el punto de aparecer en tu mente cuando piensas en un producto concreto.
- Fidelización de la audiencia: ser identificable hace que los consumidores elijan más a la marca. Si un cliente la ha probado y le ha gustado, pero la marca no tenía una identidad coherente que permita reconocerla, disminuirá la probabilidad de que repita. Simple y llanamente, no se acordará de qué marca era.

Hawkers: una marca de éxito gracias a un branding y una comunicación consistentes
Hawkers es un gran ejemplo de cómo la consistencia de marca debe darse en todos los elementos que la construyen, y no solo en aquello que se vende. ¿Por qué? Porque todo comunica y todo debe comunicar el mismo mensaje. En el caso de Hawkers, su estrategia se ha basado en no enfocarse única y exclusivamente en su producto (las gafas), sino en que todo el universo que envuelve la marca transmita la misma idea.
El primer gran acierto de Hawkers fue definir muy bien a su buyer persona. Se querían dirigir a una audiencia joven, por lo que sus precios tenían que ser asequibles y, además, ser un e-commerce.
El siguiente acierto fue centrar sus esfuerzos en la promoción en redes sociales, donde se encontraba ese público objetivo. No obstante, también realizaron campañas de marketing colaborando con otras empresas con las que compartían audiencia y personalidad, aunque no nicho de negocio (por ejemplo, la discoteca Pachá, PayPal o incluso PlayStation). También se asociaron con celebridades que resultaban influyentes para esa audiencia (su socio e imagen durante varios años fue Jorge Lorenzo, un piloto de MotoGP que representaba a la perfección el estilo moderno y los valores juveniles de la marca).
Por supuesto, el diseño del producto también era importante. Su apuesta fue modernizar algunos modelos clásicos, como el de Ray-Ban, y realizar siempre los envíos en un packaging de calidad y que no hacía pensar en que eran gafas “baratas”. De nuevo, transmitiendo esa actitud de renovación, de modernidad y de juventud.
Otro aprendizaje que nos llevamos de Hawkers es que esa consistencia de marca también debe darse cuando las cosas no van bien. En algunas crisis de comunicación, Hawkers ha respondido como se esperaba, pidiendo perdón, pero de una manera cercana (no con un extenso comunicado escrito por unos abogados).
¿Qué resultados les han traído estas estrategias?
- Altas tasas de engagement de los usuarios.
- Gran cantidad de ventas (superando a otras marcas que llevaban más tiempo en el mercado).
- Aumento del valor de marca.
- Asociación de la marca a una personalidad.
Cómo lograr la consistencia de la marca
Una marca que quiere posicionar y lograr el éxito dentro de su sector, debe ser consistente a todos los niveles. En lo que llevamos de artículo hemos visto por qué es importante que así sea y cuáles son los beneficios. Ahora es momento de ponerlo en práctica.
¿Cuál es el paso a paso para crear consistencia de marca? Más que un paso a paso, deberíamos hablar de una serie de acciones imprescindibles. Destacar también que es un proceso que debe estar siempre en continuo análisis, para detectar así cualquier fallo que ponga en peligro la coherencia.
Igualmente, si un factor externo hace que la marca deba cambiar, estas acciones deben volver a llevarse a cabo para adaptar la marca a estos cambios. Un ejemplo podría ser el de una empresa cárnica que, por los nuevos hábitos de consumo, debe adoptar un posicionamiento renovado en el que, dentro de lo posible, se introduzcan valores como la sostenibilidad.
Conoce tu marca
Parece una primera acción sencilla, pues partimos de la base de creer conocer la marca. No obstante, el conocimiento no debe ser superficial; no es suficiente con enunciar la misión de la marca en un eslogan, es fundamental analizar el qué, el porqué, el cómo y el a quién.
Una marca, especialmente para quienes trabajan en ella, es perfecta. Sin embargo, siempre hay unas debilidades internas y unas amenazas externas. Para detectarlas, como posiblemente estés ya pensando, hay que realizar un análisis DAFO.
Teniendo este análisis podremos establecer con mayor detalle y con una visión global cuál es la propuesta de la marca, cómo esta se identifica en la mente de los consumidores y cómo posiciona en el mercado.
En este sentido, también es importante conocer la historia de la marca y redescubrir los cimientos sobre los que se asienta.
Utiliza todo lo “conocido” para construir, y comunicar, una identidad consistente.

Crea un brand book y establece pautas de comunicación
Son muchas las personas que comunican la marca. Además, lo hacen a través de canales muy diferentes (email marketing, redes sociales, cartelería, stands…). Sea cual sea el medio comunicativo, la consistencia de marca debe permanecer.
Para lograrlo, muchas empresas confían el diseño de la identidad de su marca a agencias de marketing especializadas. El diseño es el primero paso, el siguiente es compartir unas pautas con todas las personas implicadas en la comunicación. Entender cómo usar los colores corporativos (cuáles son primarios y secundarios), los diferentes logos (en blanco, en negro, en color, etc.) o el tono de la marca es fundamental para garantizar su consistencia.
El brand book recoge todas esas directrices de modo que, siguiéndolas, todos los mensajes que transmita la marca serán coherentes con su identidad. Por supuesto, debe darse cabida a pequeñas adaptaciones según las características del medio (no es lo mismo Instagram que una valla publicitaria). No obstante, esas adaptaciones no deben modificar la esencia del mensaje, que debe ser reconocible e identificarse con la marca esté dónde esté.
Transmite el mensaje que el público quiere oír
En el análisis de tu marca habrás tenido que investigar cuál es la percepción que el público tiene sobre ella. Si no lo has hecho, no lo demores más.
Una vez hayas estudiado qué piensa tu cliente, comprueba también que ese cliente responde a tu buyer persona. Si no, algo estás haciendo mal; tu marca no está comunicando el mensaje correcto (o del modo correcto), si no está llegando a la audiencia adecuada.
Cuando hay consistencia de marca, la comunicación es eficiente y efectiva porque el consumidor la recibe. No solo eso, sino que la reconoce como propia de la marca.
Pongamos el ejemplo de Victoria’s Secret. Su comunicación de marca siempre fue coherente con sus valores aspiracionales y todos sus mensajes evocaban ese universo de ángeles, belleza, intimidad y delicadeza. Sin embargo, llegó un momento en el que ese mensaje dejo de ser valioso para el público, que lo rechazó por reconocer en él unos ideales y cánones de belleza opresivos. Este es un caso de cómo el mensaje debe ser coherente con la marca, pero nunca perder de vista cómo llega al cliente.
Consistencia de marca en todo el branding, especialmente en los valores
Los valores son los pilares sobre los que se asienta cualquier marca. En consecuencia, la comunicación debe ser coherente con ellos, pues suelen ser elementos diferenciadores de la marca.
Especialmente en una época en la que el consumidor tiene en cuenta los valores de una marca para decidir consumir en ella, es fundamental que la comunicación corporativa los transmita.
Esto se logra a través de un texto, pero también de unos colores o de un logo. No sería lógico que una marca como Freshly Cosmetics, que se posiciona como sostenible y renovadora, utilizase colores “duros”. En cambio, en su paleta de colores encontramos muchos pasteles y tonalidades brillantes, que reflejan de manera consistente ese posicionamiento.
¿Tienes preguntas sobre cómo mantener la consistencia de tu marca? ¡Déjanos un comentario!